
MODELO EICPbe©

¿Qué es el modelo EICPbe©?
Se trata de un modelo de coaching que integra los procesos transversales y mejores prácticas de las escuelas de coaching reconocidas hasta el momento. Recaba y pone en valor los fundamentos psicológicos que dan sentido a cada fase del proceso de coaching, así como las estrategias, técnicas, herramientas, fenómenos y conceptos que el coaching ha derivado de las ciencias del comportamiento para ser una metodología ágil y eficiente.
Define el coaching como una metodología derivada fundamentalmente de la psicología. Se centra en la persona-cliente, y se basa en los recursos actuantes y latentes del sistema sujeto, con el propósito de facilitar cambios o ajustes conductuales orientados a mejorar procesos que ya son funcionales. (Moya, 2016).
Este modelo propone además un código deontológico y un perfil por competencias alineado con su definición. Además, es el resultado de investigaciones de los códigos deontológicos y perfiles por competencias, tanto del coaching como de la psicología en el ámbito internacional.
Partimos del principio de que, al utilizar herramientas para intervenir en la conducta de personas y organizaciones (directa o indirectamente), se han de conocer y respetar los principios éticos y procedimentales permitidos por la comunidad científica que los rige, en este caso de la psicología.
El modelo de coaching EICPbe©, es profundamente respetuoso con sus límites en relación con la psicología. En todas las fases de la formación de coaches se hace hincapié en el terreno del coach respecto a la intervención psicológica, con el propósito de promover prácticas saludables en red con esta ciencia y profesión.
De manera sencilla, se puede definir el coaching como una metodología que facilita el proceso por el cual una persona o un colectivo parte de un estado en el presente “Estado Actual A” , en el que el cliente identifica un Gap (vacío entre lo que se tiene y lo que se desea), hasta un estado en el futuro, “Estado deseado E”, donde consigue resultados Extraordinarios o Excelentes.
Siguiendo el paradigma de la complejidad (Morin, Edgar, 1990), que propone un método integrador del conocimiento basado en saberes entrelazados y complementarios, el siguiente enfoque de coaching se desarrolla a través de fundamentos de psicología, basados en evidencias, que han funcionado a lo largo de la historia de esta ciencia y , sin duda, han conformado la metodología de lo que hoy se conoce como coaching, aplicado a personas y otros sistemas complejos.
Este modelo se compone de cinco fases, correspondientes a los estados de consecución en un proceso de coaching.
En cada fase se demuestra cómo las diferentes escuelas de psicología crearon herramientas que, en la actualidad, se utilizan en el coaching, particularmente de la terapia centrada en el cliente (Rogers, 1951) y los avances en procesos empáticos (Carkhuff, 1969), así como los aportes de la psicodinámica (Freud 1910), en lo que se refiere a la comprensión de los conceptos de transferencia y contratransferencia para la óptima relación del coach con su cliente.
¿CUÁLES SON SUS FASES?
A = el estado actual, observar detenidamente el momento presente, en el que se encuentra tanto el coach como el cliente.
Psicología y terapia gestalt, remarca elementos de la percepción y del “aquí y ahora” desde donde se parte, para definir mejor el punto de llegada estimado o fase E, tanto del cliente como del coach en un proceso particular. Reconoce la calidad del encuentro dentro de un mismo “campo fenomenológico”. Wertheimer, köhler, koffka, Fritz y Laura Perls.
TTG terapias de tercera generación, de la línea de la psicología conductual, por ejemplo: terapia de aceptación y compromiso, Mindfulness, permiten la identificación de procesos evitativos y claves para asimilarlos adecuadamente de forma que se integren en la conducta hacia nuevos hábitos. Raíces tan antiguas como el Budismo, hasta recientes como Hayes, Kohlenberg y Tsai, Linehan, Jacobson, Kabat-Zinn, Segal.
B = la búsqueda de sentido y recursos, dónde se encuentra el motor principal de las personas para generar procesos, liberando todos su potencial.
La Logoterapia, encontrarle el sentido a los proyectos que emprendemos es una manera altamente eficiente de optimizar todos nuestros recursos, conceptos como “Voluntad de sentido, valores, libertad, intención paradójica, neurosis noógena…” permiten descubrir las razones más poderosas que nos hacen movernos hacia adelante. Frankl, Nietzsche, Kierkegaard, Husserl, Heidegger, Sartre, Simone de Beauvoir, Buber, Carvajal.
Psicología Positiva, aborda el potencial de las personas como su objeto de estudio claramente diferenciado, capaz de generar la energía para iniciar y mantener el impulso de los proyectos como experiencias satisfactorias. Seligman, Csikszentmihalyi, Fredrickson, Peterson, Snyder, Diener, Linley.
C = creer en los propios procesos cognitivos, emocionales y conductuales. Un inventario de recursos del cliente en cada dominio, tanto del presente como obtenidos en procesos ya superados por la persona en el pasado.
Psicología cognitiva, observa los procesos cognitivos, estructuras de pensamiento que configuran modelos mentales como interpretación, deducción, planificación, que, a su vez, se reflejan en emociones y conducta. Conocimientos indispensables para comprender los estilos de pensamiento que facilitan los procesos. Bruner, Miller, Gardner, Ellis, Beck.
Neurociencias, los procesos mentales son elaborados por el cerebro, por ello, conocer la base biológica de la cognición es de suma importancia para la comprensión global del funcionamiento de nuestra forma de ser y de estar, insumos básicos para acompañar procesos de coaching. Gazzaniga, Damásio, Kandel, Redolar, Carter, Aranda.
D = determinación, asegurarse de acotar suficientemente los procesos que se van a abordar, las estrategias de acción y los hábitos derivados que se van a realizar de manera sostenida para llegar al estado E.
Aprendizaje experiencial, aprender haciendo, la forma de poner en marcha todos los recursos en un plan de acción estructurado. Kolb, Senge.
Conductual, conceptos básicos de modificación y mantenimiento de la conducta, son referencias clave para el óptimo desarrollo de esta fase. Se asegura de acotar suficientemente los procesos que se van a abordar y las estrategias de acción y/o hábitos que se van a realizar de manera sostenida para llegar hasta E = Estado deseado. Pavlov, Skinner, Thorndike.
E = estado deseado, observar detenidamente la meta que el cliente se ha presentado en el estado A. Analizar y saborear los resultados, destacar las estrategias y recursos empleados por el cliente.
Una vez se llega a la conducta deseada, se puede retomar el proceso con los fundamentos que abordamos en la fase A. Tomar conciencia del nuevo presente, de los recursos que la persona o colectivo ha conseguido es un paso necesario y de gran valor. Facilita que cada sistema sea un regulador de sus actos, disfrute de sus los logros y ajuste su organismo al nuevo resultado, antes de pasar a otro reto de manera automática.
Estas fases se ubican dentro de un entorno o contexto con el que interactúa tanto el coach como el cliente.
Según nuestro modelo, algunas de las escuelas de psicología de las que se derivan elementos para la comprensión del contexto en el coaching son:
Humanista, da protagonismo a la persona y su capacidad de transformación. Satir, Rogers, Maslow.
Sistémica, aporta la visión de 360 grados. Bertalanffy, Watzlawick.
Breve estratégica, optimización de recursos según las experiencias pasadas y el contexto, con vistas al futuro. Nardone…
Dinámica, facilitando elementos clave en el tipo de vínculo que se genera para mantener la calidad del mismo. Freud, Klein, Jung, Adler.
Análisis transaccional, nos enseña a ver con claridad el tipo de transacciones que se dan a lo largo del proceso. Berne, Kertész, Karpman.